Migrantes en tiempos de incertidumbre 

Nos avergonzados de hablar porque tenemos acento
Acento marcado y fuerte, ajeno al idioma que estamos hablando
Ese idioma que no nos perteneció al nacer pero al que le hemos dedicado varias horas de nuestras vidas.
Vidas que quisimos mejorar al ver un sueño formarse al decidir viajar
Viajar abandonando a quienes amamos y conocemos, todo aquello que era parte de nuestra rutina
Amamos nuestras raíces y las queremos mostrar con orgullo, pero tenemos ser rechazados por ser diferentes
Ser alguien nuevo en un lugar nuevo, con costumbres ajenas y maneras diferentes de ver la vida
Acostumbrarnos al cambio de vida con las cosas buenas y las que no nos gustan tanto
Cosas que soñábamos que ocurrirían y sal salieron bien
Sueños que nos vendieron y nunca se hicieron realidad
Realidades chocantes... tan diferentes a nuestro pasado
Choques culturales que nos recuerdan que son importar el tiempo nunca perteneceremos 100%
Tiempo que transcurre y nos have sentir que ya no somos de donde vinimos ni de donde llegamos
Venimos con la ilusión de hacer una vida, pero tememos que nos arrebaten ese sueño antes de tiempo

Porque en los tiempos en los que se corre el riesgo de que se deje de ver a los demás seres como iguales en derechos es que es más fácil desensibilizar a la población para olvidar su humanidad.
Pero no debemos dejarnos enceguecer y olvidar que somos más; que la bondad, la compasión, la generosidad y el amor pueden romper muros, tumbar dictaduras y garantizar derechos.
Si la vida nos ha dado el privilegio de conocer personas de otras culturas, tal vez tengamos la fortuna de decir lo mucho que hemos aprendido, lo mucho que hemos disfrutado y lo mucho que hemos visto que las diferencias nos permiten diversificar nuestra perspectiva y entender lo maravilloso que es el mundo y los seres que lo habitan
Así que, en vez de avergonzarnos de nuestro acento fuerte, de nuestras tradiciones diferentes y de todo aquello que traemos de otro país, mostremos con orgullo aquello que somos, permitamos que la gente vea lo maravilloso que son otras culturas, porque el miedo nace de lo que desconocemos, pero si vemos que ese vecino que es tan diferente a mí es tan humano como yo, tal vez podamos darnos la mano y apoyarnos en este mundo que tanto necesita de compañerismo y empatía.